Primero, usa corrector para disimular esas ojeras por falta de sueño, y para cubrir los capilares rotos de esas numerosas horas de empujar para traer su nuevo paquete de alegría al mundo.
Segundo, desliza un gran rímel. Abre los ojos y siempre te hace mirar más "juntos".
Finalmente, aplica un poco de brillo labial rosado, preferiblemente uno con varita para una fácil aplicación.
Incluso si te sientes como una madre completa, Estos tres sencillos pasos te harán lucir radiante y pulido, ¡listo para enfrentarte al mundo y al espejo en solo 60 segundos!