* sobrecarga química: Los permisos y los alisadores implican productos químicos duros que alteran la estructura del cabello. La combinación de estos procesos puede provocar estrés químico excesivo en el cabello, lo que lo hace débil y quebradizo.
* Cabello debilitado: Los permanentes ya debilitan los lazos del cabello. El alisamiento debilita aún más estos enlaces, lo que hace que el cabello sea más susceptible al daño.
* sequedad: Tanto las permanentes y el alisado pueden deshidratar el cabello, dejándolo seco y encrespado.
* rotura: Con el tiempo, la combinación de tratamientos químicos y el estilo de calor puede causar una rotura significativa del cabello.
Aquí hay algunos consejos para minimizar el daño:
* espera: Permita una cantidad razonable de tiempo (al menos 2 semanas) entre obtener una permanente y enderezar su cabello. Esto le da al cabello la oportunidad de recuperarse de la permanente.
* Consulte a un profesional: Busque el asesoramiento de un estilista experimentado tanto en permanentes como en alisiones. Pueden evaluar la condición de su cabello y recomendar el enfoque más seguro.
* Use productos protectores: Aplique productos protectores de calor antes de enderezar para proteger el cabello del daño por calor.
* condición regularmente: Condición profunda de su cabello con frecuencia para reponer la humedad y la fuerza.
* Evite el estilo excesivo: Limite el uso de herramientas de estilo de calor y evite cepillarse o peinar excesivos.
Recuerde, Healthy Hair es la base de cualquier peinado. Si no está seguro de enderezar su permanente, es mejor errar por precaución y consultar a un profesional.