* cabello liso: Los folículos pilosos son redondos u en forma de ovalado, lo que permite que el cabello crezca recto.
* cabello rizado: Los folículos pilosos son más elípticos o aplanados, lo que hace que el tallo del cabello se rice a medida que crece.
* cabello ondulado: Los folículos pilosos están en algún punto intermedio, creando una apariencia ondulada.
La genética juega un papel importante: La forma de los folículos capilares está determinada principalmente por sus genes. Estos genes influyen en la producción de proteínas que afectan la estructura del folículo.
Otros factores también pueden contribuir:
* hormonas: Las hormonas como la testosterona y el estrógeno pueden afectar la forma de los folículos pilosos y, por lo tanto, la textura del cabello.
* Nutrición: Una dieta equilibrada proporciona los nutrientes necesarios para el crecimiento saludable del cabello, incluidas las proteínas y los ácidos grasos esenciales.
* entorno: La exposición a productos químicos duros, daño solar y peinado puede dañar el tallo del cabello y alterar su textura.
Es importante tener en cuenta que la textura del cabello puede variar dentro de individuos y familias y no siempre es fácilmente predecible. Es una interacción compleja de genética y otros factores.