Gillian descubrió que estaba teniendo gemelos en un escaneo temprano. Al principio le preocupaba que el embarazo y el nacimiento fueran difíciles, pero su confianza creció cuando vio a sus bebés crecer bien. Ella entró en trabajo de parto a las 35 semanas.
La historia de Gillian:Me sorprendió cuando me dijeron que llevaba gemelos, ya que ninguna de mi familia ha tenido gemelos. El embarazo fue difícil porque estaba muy cansado y tenía un vientre tan grande. Sin embargo, disfruté los escaneos porque eran realmente tranquilizadores.
Entré en trabajo de parto a poco más de 35 semanas. Después de las contracciones iniciales, mi agua se rompió a las 2 am. Mi esposo me llevó al hospital en 15 minutos; Creo que estaba en pánico. Jonathan, nuestro primer gemelo, nació justo después de las 4 pm, por lo que la primera parte de mi trabajo fue bastante larga. Me las arreglé sin muchos medicamentos para el alivio del dolor. Celia llegó 20 minutos después. Rompieron mi segunda bolsa de agua ya que sus latidos eran bajos, pero estaba bien al nacer. Recuerdo que la sala de partos estaba llena, y aunque la gente se presentó a mí, no podría haberte dicho quiénes eran. Sin embargo, todos desaparecieron poco después del nacimiento y nos dejaron pasar un tiempo a solas con nuestros bebés. Ese fue el mejor momento. Todas las preocupaciones desaparecieron y podríamos seguir siendo madre y papá.
Los comentarios del médico:como muchas mujeres con un embarazo gemelo, Gillian estaba preocupado por lo que podría pasarle a ella y a sus bebés durante el parto. Ella me había hablado extensamente a mí y al médico durante su embarazo, pero aún se sentía ansiosa. Sin embargo, cuando llegó a la sala de trabajo, pudo ver que las personas que la cuidaban eran muy profesionales y con experiencia. Esto le dio la confianza para lidiar con los eventos a medida que se desarrollaban. Ambos bebés estaban muy bien cuando salieron del hospital y Gillian también estaba haciendo una excelente recuperación.
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