ed. Nota:Este blog está publicado en el Blog de la Oficina de Minority Health para la Equidad de Salud. La fecha de publicación original fue el 28 de julio de 2017. Lea la publicación original .
nuevas madres tienen mucho que hacer malabarismos. En medio de todo esto, es fácil olvidarse de su salud, especialmente la salud mental. Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH), la depresión y la ansiedad posparto se producen para las madres en el 15% de los nacimientos. La depresión posparto es cuando los sentimientos de tristeza, ansiedad y vacío afectan la vida cotidiana en el momento del nacimiento. Los factores físicos y emocionales, incluidos los grandes cambios hormonales que vienen con el embarazo, causan la afección. Afortunadamente, hay tratamientos para PMAD, como terapia de conversación, medicamentos antidepresivos o una combinación de los dos que pueden ayudar.
Aquí está el problema:no todas las madres tienen la oportunidad de recibir tratamiento.
Las madres de color tienen más probabilidades de desarrollar depresión y ansiedad que las madres blancas. Esto se debe a que el estrés es un contribuyente comprobado, y las comunidades minoritarias a menudo enfrentan más estresores raciales y socioeconómicos. También es menos probable que reciban tratamiento de salud mental posparto. Las brechas más grandes existen en tres áreas:acceso, diagnóstico y apoyo comunitario.
Todas las nuevas madres enfrentan desafíos para cuidarse mientras cuidan a un recién nacido; La falta de tiempo, el transporte y los costos médicos se interponen en el camino. Sin embargo, las madres de color pueden enfrentar desafíos adicionales. Un estudio reciente de NIH encontró que las madres negras y latinas tenían la mitad de probabilidades de recibir atención de salud mental posparto.
Otro estudio de NIH encontró que, en promedio, los médicos pasan menos tiempo hablando sobre depresión y construyendo relaciones con pacientes negros que con otros. Y, cuando se discutió la salud mental, los médicos fueron menos capaces de reconocer la depresión en pacientes negros.
Aquí hay tres estrategias para que los médicos mejoren la equidad de salud mental materna:
Sin un fuerte apoyo familiar o social, muchas madres pueden sufrir depresión por sí mismas. La vergüenza y el estigma se asocian con demasiada frecuencia con los desafíos de salud mental. Además, puede ser peor para las comunidades de color, donde las normas culturales pueden desalentar a las mamás de buscar ayuda.
También hay recursos para amigos y familiares para apoyar a las nuevas madres, como el Programa de Educación para la Salud Materna de NIH y la Iniciativa de Momio Momio Matters.
.Las mamás no tienen que hacerlo solas. Echa un vistazo al plan de acción y los recursos de NIH para mamás y futuras mamás. Estos materiales ayudan a responder preguntas importantes y comenzar la conversación entre madres, proveedores y comunidades.
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