movimientos suaves y circulares:
* Beneficios: Estos promueven la circulación sanguínea, que ayuda a administrar oxígeno y nutrientes a las células de la piel, lo que lleva a una apariencia más saludable y radiante. Los movimientos circulares también ayudan a estimular el drenaje linfático, reduciendo la hinchazón y promoviendo la desintoxicación.
* Cómo: Use presión de luz con las yemas de los dedos, moviéndose en pequeños círculos sobre su cara, cuello y decolleté. Evite tirar o tirar de la piel, ya que esto puede causar daños.
Técnicas de drenaje linfático:
* Beneficios: El masaje linfático ayuda a drenar el exceso de líquido y las toxinas de los tejidos, reducir la hinchazón, los círculos oscuros debajo de los ojos y promover una tez más suave.
* Cómo: Siga la dirección natural de sus ganglios linfáticos, comenzando en el cuello y avanzando hacia el cofre y los hombros. Use trazos suaves y barridos con las puntas de los dedos o un roller de jade.
Effleurage (trazos largos):
* Beneficios: Effleurage es una carrera deslizante que ayuda a relajar los músculos, mejorar la circulación y calmar la piel.
* Cómo: Use las palmas de sus manos para aplicar presión ligera y deslízate hacia arriba desde la barbilla hasta la frente, a lo largo de los lados de la cara y por el cuello.
Petrissage (amasado):
* Beneficios: Esta técnica implica amasar los músculos con los dedos y los pulgares. Ayuda a mejorar la circulación, estimular las fibras musculares y liberar la tensión.
* Cómo: Use las yemas de sus dedos para levantar suavemente y amasar la piel, trabajando en un movimiento circular. Tenga cuidado de no aplicar demasiada presión, especialmente alrededor de áreas delicadas como los ojos.
Tapotement (percusión):
* Beneficios: La tapotement implica tocar o golpear ligeramente la piel con las yemas de los dedos, los nudillos o una mano ahuecada. Esta técnica estimula el flujo sanguíneo y ayuda a tonificar los músculos.
* Cómo: Use grifos suaves y ligeros, evitando cualquier impacto contundente.
Consideraciones importantes:
* Comience suavemente: Siempre comience con una presión suave y aumente gradualmente a medida que su piel se acostumbra al masaje.
* Use un buen aceite o crema: El aceite de masaje o una humectante de buena calidad ayudará a sus manos a deslizarse sobre la piel y mejorar los beneficios del masaje.
* Escucha tu piel: Si experimenta alguna incomodidad, detenga el masaje de inmediato.
* La consistencia es clave: Para ver los mejores resultados, intente incorporar masaje facial en su rutina de cuidado de la piel 2-3 veces por semana.
Consulte a un profesional: Si no está seguro sobre las técnicas adecuadas o tiene alguna inquietud, siempre es mejor consultar con un terapeuta o esteticista de masaje calificado. Pueden adaptar un masaje específicamente para su tipo de piel y sus preocupaciones.