El lado positivo verificó lo que sucede cuando dejas de tomar café durante un mes
He estado comenzando mi día con café durante un par de años, y no puedo imaginar mi mañana sin ella. Aún así, me he estado preguntando qué pasaría si renunciara?
No he encontrado ninguna información definitiva en línea, así que decidí verificar por mí mismo. Y ahora estoy compartiendo mis impresiones con el lado brillante Lectores.
- Semana 1: El primer día fue el más difícil. No podía concentrarme y solo quería dormir. A lo largo de la semana, probé diferentes golosinas:ensaladas de té verde o con sabor a frutas, achicoria, frutas y nueces, y algunas de ellas realmente ayudaron.
- Semana 2: Sentí un enorme deseo de tomar café al comienzo de la semana y casi me rompí. La achicoria ya no ayudó. Pero resistí la tentación, por lo que estaba orgulloso.
- Semana 3: Comencé a encontrar mucho más fácil quedarse dormido por la noche sin tirar y girar hasta una hora en la cama. Esa es una novedad muy bonita, debo decir.
- Semana 4: Levantarse para el trabajo también se volvió más fácil. Necesito despertarme a las 6 am para hacer todo, pero solía presionar el botón de repetición al menos tres veces. Ahora comencé a sentirme mucho mejor al levantarme de la cama para hacer cosas.
Lo que me dio el experimento:
- mejor sueño. Ahora duermo profundamente y me siento descansado después de 6 horas. Eso es suficiente para reducir el café para mí.
- más energía. Resulta que un cuerpo descansado no necesita café para despertarse. También noté que me he vuelto más tranquilo en general.
- Mejores miradas. El sueño saludable me hizo ver fresco y deshacerme de los círculos debajo de mis ojos.
- no más adicción. Confieso, me dejé ir y bebí café en dos lugares diferentes en los dos días posteriores al final del experimento. ¿Y sabes que? No era nada especial en absoluto. ¿Cómo podría gustarme el café antes?
lo más importante: Resultó que no era café que me encantara tanto. Era el ritual de elaborar y beberlo por la mañana o en el trabajo.
Es solo que necesitamos nuestros pequeños placeres en nuestras rutinas diarias. Mi objetivo es pensar en más de ellos para mí. Flores, jengibre y té de miel, lo que sea.
p.s.: Por cierto, no quiero dejar el café por completo. Que no sea un hábito sino una ocasión:seguiré bebiendo una o dos veces por semana y solo buenas cervezas.