Seamos realistas:la mayoría de las veces, comemos no porque tengamos hambre. En cambio, recurrimos a la comida para aumentar nuestra sensación de comodidad. Estrés, clima, la hora del día:todo esto afecta cuánto comemos.
Entonces, ¿hay alguna forma de hacer que nuestra psique y nuestro entorno nos ayuden a perder esas libras no deseadas? Según Brian Wansink, psicólogo, comercializador e investigador de antojos de alimentos. Hoy lado brillante ¡Presenta algunos consejos invaluables de su último libro!
La mayoría de nosotros encontraremos esta situación familiar:tienes una semana en tu dieta de repollo y agua, y parece que la parte más difícil ya está detrás de ti. Entonces, una noche, te pasa algo, y te encuentras junto al refrigerador, masticando una baqueta de pollo y alcanzando una barra de chocolate. En momentos como este, mantenga la calma y abstenga de sacar el sabor amargo del fracaso con una comida aún más insalubre. ¡Simplemente deje ir esa baqueta, recoge una hoja de repollo y toma una mordida nueva!
Trate de asegurarse de que su plato siempre contenga dos tipos de alimentos:carne y guarnición, guarnición y ensalada, pescado y verduras. Este simple arreglo lo acostumbrará a una forma de comer más sensible.
Cambia tus lugares de comedor. Recoja su plato y utensilios (nada más), y vaya a la sala de estar o estudie. Alternativamente, puede comer en el balcón, la terraza o en el jardín. De esta manera, incluso si quieres una segunda ayuda, existe la posibilidad de que tu hambre disminuya antes de llegar a la cocina.
Las personas que se apresuran a deshacerse de la "evidencia" de su apetito hiperactivo tienden a comer más que aquellos que lo dejan a la vista hasta el final de la comida, prefiriendo ser guiado por su sensación de plenitud.
Según la investigación, las personas tienden a seguir comiendo hasta que su plato esté vacío, no hasta que se sientan llenos. La única forma de resolver este problema es usar platos más pequeños y comer conscientemente. Vigile su sentido de hambre e intente ignorar cuánta comida queda sobre la mesa.
Solo, comemos un 30% menos que en presencia de otra persona. En cuanto a esas situaciones cuando compartimos nuestra cena con 3 o 4 amigos, tales reuniones te hacen consumir 2 veces más comida que cuando estás solo. ¿Conclusión? Trate de comer sus comidas principales solo y limítese a bocadillos y bebidas cuando esté en compañía.
.Al descubrir qué productos necesitará para la próxima semana, haga como lo hacen los chefs experimentados:hacer una lista completa de los alimentos necesarios (carne, cereales, verduras, etc.). Antes de ir al supermercado, consulte la lista y solo compre productos que le faltan.
Encuentra el lugar más oscuro y difícil de alcanzar en tu casa, y guarda todos tus deliciosos bocadillos allí. (O, al menos, reubicarlos en la esquina más remota del refrigerador). ¿Se podría decir, por qué no simplemente abstenerse de comprar estas fuentes de tentación en primer lugar? Porque, como señala Wansink, es más fácil decirlo que hacerlo. Hacer de su hogar una "zona libre de comida chatarra" simplemente hará que coma más (en quién sabe qué cantidades) en sus amigos, en cafés o en el trabajo. La solución correcta es seguir comprando esas cosas, pero comer con sensatez.
Los estudios muestran que masticar cada bocado de alimentos al menos 32 veces ayuda a saturar mejor nuestros receptores de sabor, lo que reduce significativamente el apetito y da una sensación de plenitud más rápida.
Si se creen en las estadísticas de Wansink, los hábitos de desayuno ascienden al 96% del arte de preservar una buena cifra. Solo 4 de las 100 mujeres delgadas que entrevistó dijeron que no tocan la comida por las mañanas. Por otro lado, aquellos que tuvieron un exceso de peso admitieron saltarse la primera comida del día con la esperanza de volverse más delgados.
Según las observaciones de Wansink, las personas que prefieren sentarse de espaldas a los estantes de pasteles de café o los stands dulces tienden a encontrar más fácil mantener una figura delgada. Puede seguir esta táctica en casa sirviendo sus comidas en porciones, utilizando solo placas. En cuanto a los tazones, sartenes, etc., deben permanecer en la cocina y nunca aparecer en la mesa. Ves menos, comes menos. ¡Es tan simple como eso!
No se apresure a probar todos los consejos a la vez. La mejor solución sería implementar un nuevo consejo cada semana. ¡Poco a poco, en pequeños pasos, alcanzarás una nueva forma de vida y adquirirás un cuerpo delgado y hermoso!