Si va a un restaurante en un país occidental, es probable que reciba un vaso grande de agua con hielo y rodajas de limón, pero en Japón, es posible que solo obtenga una taza de agua muy pequeña. Los japoneses creen que el agua puede interferir con su "fuego digestivo", lo que hace que sea más difícil para su cuerpo digerir una comida. Y aunque permanecer adecuadamente hidratado es crucial para su salud general, la caída de los vasos de agua junto con sus comidas puede hacer más daño que bien.
Nosotros en lado brillante También se usan para tomar agua durante nuestras comidas. E hicimos nuestra investigación para descubrir por qué los japoneses, que forman parte de una de las naciones más saludables del mundo, eligen no hacerlo. También encontrarás algunos hacks de vida útil al final del artículo.
Por contradictorio que parezca, tener un vaso de agua con su comida puede secar su saliva. A algunas personas les gusta agregar una porción de limón a su agua, lo que lo convierte en una bebida ácida que afecta su secreción de saliva. Debido a que la saliva sirve como una bebida saludable para su entorno oral, tener la boca seca puede conducir a algunos síntomas desagradables, incluido el mal aliento. El agua de limón también puede empeorar ciertas condiciones de salud, como el reflujo ácido, y puede dañar el esmalte de los dientes.
Cuando bebe agua con su comida, su saliva se diluye. Esto, a su vez, afecta la liberación de jugos gástricos responsables de digerir alimentos. Como resultado, su estómago obtiene señales más débiles para romper los alimentos, lo que puede provocar hinchazón.
Debido a que beber agua durante las comidas diluye sus jugos digestivos, afecta el nivel de acidez natural de su estómago. Esto afecta negativamente su sistema digestivo y hace que su cuerpo absorba menos vitaminas y nutrientes.
Tener agua con comidas agrega volumen al estómago y aumenta la presión sobre él, al igual que una comida grande. Esto, a su vez, puede empeorar ciertas condiciones de salud y aumentar el riesgo de reflujo ácido. Debido a que beber agua durante las comidas hace que su cuerpo secreta menos enzimas digestivas, puede conducir a una reacción en cadena de los efectos secundarios, incluida la acidez estomacal.
Beber agua mientras come también puede hacer que tenga kilos de más. Cuando su cuerpo no puede digerir los alimentos lo suficientemente bien, lo convierte en grasa, lo que te hace ganar más peso. Tener agua con comidas también puede hacer que su cuerpo libere más insulina en su sangre, lo que aumenta sus posibilidades de almacenar grasa en su cuerpo.
Si bien puede ser difícil resistir el impulso de beber agua entre las bocados, aquí hay algunos consejos que pueden ayudarlo a superarla.
¿Bebes agua mientras comes? ¿Puedes comer una comida completa sin tomar un vaso de agua?