He aquí por qué:
* Composición química: Los cuerpos humanos están compuestos principalmente de agua, proteínas, grasas y minerales. Estos elementos son muy diferentes de la composición química de las piedras preciosas, que generalmente están formadas por estructuras cristalinas de varios minerales como cuarzo, zafiro o rubí.
* Procesos de transformación: No existe un proceso natural o artificial conocido que pueda transformar la materia orgánica de un cuerpo en piedras preciosas. La formación de piedras preciosas lleva millones de años bajo presión extrema y calor dentro de la corteza terrestre.
* Propiedades físicas: La densidad, la dureza y las propiedades ópticas de un cuerpo humano son significativamente diferentes de las de las piedras preciosas.
Si bien la idea de convertir un cuerpo en piedras preciosas podría ser fascinante, es importante recordar que es un concepto arraigado en la ficción, no en la ciencia.